viernes, mayo 12, 2006

QUIEN ES EL MAS POPULAR EN LA WEB

Publico el presente comentario de un excelente periodista poblano que consigue crear un escenario de popularidad política a través de las tecnologías de la información, lo cual se me hace genial ya que el mundo Web no ha sido para mi particular punto de vista lo suficientemente explotado por los políticos mexicanos a favor de sus pretensiones gubernamentales.

Por Alejandro C. Manjarrez
El 29 de abril pasado escribí el nombre de Mario Marín en el buscador de Google, con la intención de comprobar cuántas referencias encontraba. Y me sorprendí con el número: 23 millones 500 mil resultados.
Diez días después (o sea ayer) repetí el ejercicio y nuevamente volví a sorprenderme con lo que encontré: la cantidad aumentó a 37 millones, o sea 14 millones más de menciones.
De la definición “góber precioso” (tenía que buscarla para ser democrático) sólo hubo 142 mil referencias, incluida desde luego la del “enlace patrocinado” cuyo misterioso y hábil autor adoptó ese nombre. En el caso de esta palabra clave (“góber precioso”) el incremento no fue tan impresionante. Algo parecido ocurrió con el nombre de Lydia Cacho, quien por cierto ya figuraba con varios miles de menciones desde antes de su affaire con el gobierno poblano: hoy la periodista apenas llega a 392 mil “resultados”.
A partir de estos datos le puedo asegurar al lector, que el gobernador de Puebla resulta ser el político mexicano con el mayor número de referencias, más incluso que Vicente Fox Quesada, quien hasta ayer aparecía con 14 millones 700 mil citas.
Respecto a Mario Marín debo decir que lo curioso es que la mayoría de sus menciones son en el sentido que ningún servidor público desea. Y todo ello gracias al léxico de Kamel Nacif Borge, el personaje textilero que con trabajos alcanza los 98 mil 200 resultados.
En fin, respetado lector, el interés lúdico-periodístico me llevó a insertar nombres de otros personajes cuya presencia pública necesariamente los ubica en Google y en los otros buscadores de Internet. Así que escribí el de Enrique Doger con la idea de saber cómo anda el “rating cibernético” del presidente municipal. ¿Y qué cree? El alcalde sólo alcanzó 32 mil 300 menciones, prácticamente las mismas de hace dos semanas, cantidad que contrasta con la que obtuvo Manuel Bartlett: un millón 900 mil resultados.
El fenómeno mediático apuntado nos lleva a preguntar si Mario Marín remontará la cuesta que le construyó el caso Cacho. La respuesta sería un NO rotundo, aseveración ésta que podría cambiar siempre y cuando ocurra un milagro –también mediático– con efectos contrarios a lo que hemos visto. Y además que cesaran los ataques y las referencias negativas que, al parecer, seguirán dándose hasta el 2 de julio próximo, día de las elecciones.
Como verá el lector, Mario Marín Torres la tiene difícil ya que mientras que él se esfuerza en cambiar su imagen, aparecen tipos como Marcos y algunos candidatos de oposición al PRI, todos empeñados en recetarle una o varias de sus malévolas críticas: que góber precioso; que protector de los pederastas; que violador de los derechos humanos y las garantías individuales; en fin, todo aquello que suene bien para su proyecto político o electoral. Si usted quiere son señalamientos o chismes digamos que esperados. Está bien. Sin embargo, lo que resulta inexplicable es que entre sus colaboradores todavía no aparezca uno que haga su ejercicio físico-oral para defender “al jefe”, actitud que demostraría que, además de agradecimiento, le tienen confianza y están convencidos de que el gobernador fue y sigue siendo víctima de un complot (nótese que incluí la “t” final) a cargo de sus enemigos de la derecha poblana. En términos de lógica periodística, el silencio del equipo, de los integrantes de la “burbuja”, nos muestra que la denuncia de Lydia Chacho está sustentada en un hecho real.
Para acabarla de joder (así diría cualquier baturro, coño, jolines) falta lo que será la llamada de atención o reprimenda o señalamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos miembros –dicen ellos– están indignados porque el gobernador poblano puso en entredicho el estado de derecho mexicano que precisamente representa el poder Judicial. Esta nueva confrontación o “dedo en la llaga”, aumentará sin duda los resultados de la búsqueda en Google, exposición que por negativa aplasta la conseja aquella que reza: que hablen de mí aunque sea mal, pero que hablen.
Y para finalizar esta entrega aquí le va el dato que me servirá para iniciar la columna de mañana: Melquíades Morales, el archifamoso político poblano, sustento por cierto del triunfo que espera el PRI en Puebla, sólo tiene en la web 55 menciones, algunas de ellas correspondientes a homónimos o tocayos.
Mas información en: http://www.replicaycontrareplica.com.mx

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nice colors. Keep up the good work. thnx!
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Jurídico Puebla dijo...

Anónimo le agradezco mucho sus comentarios.