Jaguares, a un paso de Puebla
No se vaya con la finta.
A pesar de que en los últimos días se han manejado versiones en el sentido de que se cancelaba definitivamente la posibilidad de tener en Puebla un equipo de Primera División para la próxima temporada, lo cierto es que esta posibilidad está ya más cerca que nunca.
Los distractores giraron en torno a qué franquicia de las que se manejaban era la que tenía más posibilidades de aceptar la operación de compra-venta.
Por eso se manejaron nombres de equipos que en la realidad era imposible comprar como el recién adquirido Querétaro y el Santos de Torreón.
Pensar en quitarle por la vía de la negociación económica al Querétaro lo que ganó deportivamente era el equivalente a reconocer que el gobierno que encabeza el panista Francisco Garrido Patrón.
Por eso, cuando los dueños de la franquicia reconocieron que no tenían la menor posibilidad financiera de mantener los altos costos que representa una franquicia de Primera, Garrido Patrón salió al quite y se apresuró a cerrar la compra del equipo a nombre del gobierno que representa.
Su popularidad se disparó.
En el caso de Torreón, la Cervecería Modelo, propietaria del equipo no pensó siquiera en a posibilidad de vender el equipo que representa uno de los puntos de venta de su producto más atractivos en todo el territorio nacional.
Por todo esto y a pesar de lo que se dice, lo cierto es que los jaguares de Chiapas están a punto de convertirse en el próximo equipo de futbol de la ciudad de Puebla.
Las negociaciones van viento en popa y no se han empantanado como algunos lo anuncian.
El monto de la transacción: poco más de 12 millones de dólares.
Por cierto, uno de los puntos básicos que demuestran que la compra de Jaguares está apunto de cerrarse, son las recientes declaraciones que sobre el tema ha hecho a los medios de Chiapas el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía.
Y es que, sin aceptarlo abiertamente, el mandatario ha dado entender por primera vez que es real la posibilidad de que el equipo abandone la plaza, es más, ya busca culpables y por si fuera poco tiene lista ya la excusa perfecta que le dará próximamente a sus desilusionados gobernados: problemas económicos.
El pasado 1 de junio, el gobernador de Chiapas dijo esto sobre la situación financiera del equipo y la posibilidad de vender a Jaguares:
"Sé del rumor y también que desde un año y meses su presidente Antonio Leonardo Castañón viene teniendo serias dificultades financieras"
"Nada me desgarraría más el corazón, como aficionado al futbol, que eso ocurriera, hasta hoy yo también estoy creyendo que sólo es un rumor".
Al declarar esto el gobernador reconoce que sabe perfectamente de las negociaciones que se llevan a cabo entre la directiva-sobre la que por cierto tiene una importante influencia- y un grupo de poblanos interesados en la compra del equipo- léase gobierno de Puebla-.
Pero además, desde ahora adelanta lo que le venderá a los chiapanecos cuando le reclamen que ya no tengan más futbol de Primera en ese estado.
Ese supuesto "desgarre de corazón" significa una disculpa anticipada por lo que próximamente sucederá.
También, el gobernador ya tiene a su chivo expiatorio, se trata de Antonio Leonardo Castañón, presidente de Jaguares:
"Las veces que he platicado con Leonardo Castañón le he pedido que haga su mayor esfuerzo para no permitir que este proyecto, que no es sólo deportivo sino social, se vaya de Chiapas".
"Que haga su mayor esfuerzo por mantener ese proyecto de Jaguares de Chiapas que llegó al estado en 2000 y que ha generado beneficios económicos a empresas y empleos, sobre todo en el gremio restaurantero y hotelero de la capital del estado".
Llama la atención la insistencia del gobernador en señalar al presidente del equipo como el único responsable de la crisis financiera que atraviesa, pero a la vez lo exculpa declarando más adelante que "obviamente ningún empresario puede mantener una empresa que no le genera ganancias".
El gobernador no se abre completamente ante los medios y reconoce que la operación es ya un hecho.
No puede hacerlo.
Un arranque de honestidad de ese tamaño significaría una debacle electoral para su "delfín", Juan Sabines Guerrero, candidato de la Alianza Por el Bien de Todos al gobierno estatal.
Las elecciones locales se llevarán a cabo también el 2 de julio.
Después de ese día las cosas se aclararán, no habrá ya que cuidar el costo político y se tendrá que reconocer que para el próximo torneo no habrá más futbol profesional en Chiapas.
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