El gobierno del estado de Puebla “no ha hecho nada para evitar la corrupción” en este sexenio, aseguró el presidente de Transparencia Mexicana, Federico Reyes Heroles, quien reforzó su afirmación al comparar los resultados obtenidos en la entidad dentro del Índice de Corrupción y Buen Gobierno (ICBG) entre 2005 y 2007, periodo en el que perdió siete puntos, colocándose en cuarto lugar de las peores entidades a nivel nacional.
Desde su punto de vista, los gobiernos estatal y municipales “no han leído con cuidado el Índice de Corrupción y Buen Gobierno (ICBG)”, pues mantienen la idea de que refleja la percepción de la gente sobre la prestación de servicios, cuando en realidad aborda la experiencia de sus ciudadanos.
Según Reyes Heroles, el estado de Puebla se estancó en el combate a la corrupción, luego del avance que tuvo a finales de la gestión de Melquiades Morales Flores. En 2001, precisó, tenía un ICBG de 12.1 por ciento y para 2005 ascendió a 18 %; sin embargo, en 2006 el indicador cayó ocho puntos porcentuales (10%) y sólo recuperó uno en 2007 (11%).
Para Reyes Heroles, otro hecho que refleja la situación local tiene que ver con la decisión del Congreso local de modificar la Ley de Transparencia sin conceder autonomía a la Comisión para el Acceso a la Información Pública (CAIP). “Eso demuestra que las autoridades no entienden la esencia de la norma, la nueva edición de los pesos y contrapesos de la sociedad”, criticó.
Reyes Heroles impartió la conferencia “Corrupción, la solución somos todos”, organizada por el Centro Empresarial de Puebla, junto con el director ejecutivo de la asociación, Eduardo Bojórquez, quien resaltó que en 2007 hubo 197 millones de actos de corrupción en el uso de servicios públicos, que costaron 138 pesos a cada uno de los hogares mexicanos, lo que representó un gasto de 27 mil millones de pesos, cantidad similar al presupuesto anual del Poder Judicial de la Federación.
En el ámbito local, destacó que Puebla ocupa el cuarto lugar del listado de entidades con mayor corrupción, tan sólo superada por México, Distrito Federal y Tlaxcala. Uno de cada dos poblanos dieron dinero a los franeleros para dejar sus automóviles en la vía pública; misma proporción que se repite entre los que dieron “mordida” en lugar de cubrir las infracción de tránsito o el gasto de una grúa, entre otras cosas.
Para concluir, Reyes Heroles recordó que una alta corrupción siempre está relacionada con un bajo desarrollo humano y viceversa, por lo que consideró indispensable transparentar el ejercicio de todos los sujetos con uso de recursos públicos, incluidos sindicatos y universidades. Además, dejó como mensaje que los medios de comunicación debe jugársela con la sociedad, porque si no lo hacen se pierde un aliado contra la corrupción.
Desde su punto de vista, los gobiernos estatal y municipales “no han leído con cuidado el Índice de Corrupción y Buen Gobierno (ICBG)”, pues mantienen la idea de que refleja la percepción de la gente sobre la prestación de servicios, cuando en realidad aborda la experiencia de sus ciudadanos.
Según Reyes Heroles, el estado de Puebla se estancó en el combate a la corrupción, luego del avance que tuvo a finales de la gestión de Melquiades Morales Flores. En 2001, precisó, tenía un ICBG de 12.1 por ciento y para 2005 ascendió a 18 %; sin embargo, en 2006 el indicador cayó ocho puntos porcentuales (10%) y sólo recuperó uno en 2007 (11%).
Para Reyes Heroles, otro hecho que refleja la situación local tiene que ver con la decisión del Congreso local de modificar la Ley de Transparencia sin conceder autonomía a la Comisión para el Acceso a la Información Pública (CAIP). “Eso demuestra que las autoridades no entienden la esencia de la norma, la nueva edición de los pesos y contrapesos de la sociedad”, criticó.
Reyes Heroles impartió la conferencia “Corrupción, la solución somos todos”, organizada por el Centro Empresarial de Puebla, junto con el director ejecutivo de la asociación, Eduardo Bojórquez, quien resaltó que en 2007 hubo 197 millones de actos de corrupción en el uso de servicios públicos, que costaron 138 pesos a cada uno de los hogares mexicanos, lo que representó un gasto de 27 mil millones de pesos, cantidad similar al presupuesto anual del Poder Judicial de la Federación.
En el ámbito local, destacó que Puebla ocupa el cuarto lugar del listado de entidades con mayor corrupción, tan sólo superada por México, Distrito Federal y Tlaxcala. Uno de cada dos poblanos dieron dinero a los franeleros para dejar sus automóviles en la vía pública; misma proporción que se repite entre los que dieron “mordida” en lugar de cubrir las infracción de tránsito o el gasto de una grúa, entre otras cosas.
Para concluir, Reyes Heroles recordó que una alta corrupción siempre está relacionada con un bajo desarrollo humano y viceversa, por lo que consideró indispensable transparentar el ejercicio de todos los sujetos con uso de recursos públicos, incluidos sindicatos y universidades. Además, dejó como mensaje que los medios de comunicación debe jugársela con la sociedad, porque si no lo hacen se pierde un aliado contra la corrupción.
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