Arremeten contra presidente de la CAIP
Angelopolitanas, Milenio Diario
El comisionado presidente de Acceso a la Información del estado de Puebla, Roberto Sáenz, demostró ayer en los festejos del segundo aniversario de la Ley de Acceso a la Información que tiene más capacidades para ser un bardo que un agente de la democracia.
Padre amoroso, igualó a la ley con su hijo. Explicó que primero gatea, luego camina y más tarde puede correr. El problema es que en Puebla el Acceso a la Información apenas está en el vientre materno y, de acuerdo a su parangón, se puede ahogar en el líquido amniótico, si no es que ya murió.
Delante del gobernador Marín y el secretario del Instituto Federal de Acceso a la Información, Sáenz hizo el ridículo, porque hasta ahora ha sido incapaz de que las dependencias del gobierno y los municipios cumplan con lo que establece la norma.
Además de ignorar el trabajo de sus compañeros, los otros dos comisionados, no mencionó a quienes por años han trabajado en el acceso a la información, y para regarla completa dijo que el proceso que se vive en el estado es "un velero" – la entidad no tiene aguas continentales– y pidió a los poblanos no naufragar, lo cual es ridículo, porque el único que se está ahogando es él.
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