martes, enero 18, 2011

EL SEXENIO MAS NEGRO Y SIN DESARROLLO DE TODA LA HISTORIA DE PUEBLA


2010, año de la debacle de la gestión marinista


Pifias administrativas, traiciones y la derrota electoral le pegaron a la administración estatal

El gobierno estatal sufrió la derrota de Javier López Zavala, pues los fracasos se tradujeron en el encarecimiento de la obra pública, el incremento de la deuda estatal, el aumento al pasaje y la pérdida de una millonaria inversión de la planta alemana Volkswagen

Mario Marín Torres termina el último año de su gobierno con una serie de traiciones, pifias administrativas y una derrota electoral a cuestas que implicó el fin de su sueño transexenal. Los fracasos en su administración se tradujeron en el encarecimiento de la obra pública, el incremento de la deuda estatal, el aumento al pasaje y la pérdida de una millonaria inversión de la planta alemana Volkswagen.


La feria de traiciones se evidenció después de que el priista Javier López Zavala perdiera la gubernatura el pasado 4 de julio; comenzó con una decisión del Tribunal Superior de Justicia y culminó con la rebelión de los notarios para evitar los premios sexenales, amén de las decisiones tomadas por el Congreso local sometidas a los designios del gobernador electo Rafael Moreno Valle.


Durante el último año del sexenio marinista el megaproyecto del Centro Expositor continuó sin concluirse y el costo de la obra se disparó a 2 mil 200 millones de pesos; se intentó comercializar La Célula y, a pesar de rematarla ante empresarios ingleses, el puerto seco aún yace abandonado en Oriental sin una empresa dispuesta a invertir un céntimo.


Aunque Mario Marín heredó una deuda de 3 mil millones de pesos, para el último año del marinismo los pasivos del estado oscilan alrededor de los 9 mil millones de pesos; además de la última línea de crédito aprobada por la Legislatura saliente por 2 mil 500 millones de pesos que ejercerá Rafael Moreno Valle.


A escasas semanas de perder la gubernatura, Marín Torres tuvo que enfrentarse a otra derrota por los bajos índices de competitividad, por la falta de infraestructura y la ineficiencia en la estructura carretera: la instalación de la nueva planta de la Volkswagen.


CAMBIO presenta un resumen del último año del gobierno de Mario Marín Torres.



Marín pierde armadora de VW


En septiembre Mario Marín perdió la oportunidad de que la Volkswagen instalara su planta de motores en la entidad poblana debido a los bajos índices en materia de competitividad, la falta de infraestructura carretera, así como ineficientes vías de comunicación, por lo que la armadora alemana decidió abrir su nueva planta en Guanajuato.


Puebla compitió por esa planta contra el estado antes mencionado, contra San Luis Potosí y Querétaro, pero los directivos de la Volkswagen eligieron a Guanajuato como su nueva sede por las siguientes razones: “Cuenta con mano de obra calificada y una industria automotriz ya desarrollada, el Parque Industrial Puerto Interior ofrece 60 hectáreas de terreno urbanizado y con acceso a importantes vías de comunicación”, señala un comunicado de la empresa automotriz.


A partir del 2013 la nueva planta en Silao, Guanajuato abastecerá de motores de última generación a las plantas ensambladoras de Volkswagen ubicadas en Puebla y en Chattanooga, Estados Unidos y contará con una capacidad anual de producción de 330 mil motores.



Obras, la peor cara del marinismo


En el último año del gobernador Mario Marín Torres no hubo cambio en la administración de la obra pública, pues los proyectos más grandes en infraestructura —por tamaño y precio—, el Centro Expositor y el Arco Oriente del Periférico, no fueron concluidos en tiempo y forma de acuerdo a lo establecido en los contratos signados entre el gobierno y las constructoras.
El Centro Expositor tuvo un costo oficial de más de mil 600 millones de pesos. Sin embargo, las licitaciones y contratos de las distintas empresas revelan que el costo es de poco más de 2 mil 200 millones de pesos, incluyendo el mobiliario.
Cuando la obra fue presentada en noviembre del 2007 y la licitación incluyó a más de diez empresas de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el contrato indicaba que la obra sólo tendría una duración de 12 meses. Hoy han pasado más de tres años de que la obra está en construcción, y será entregada, posiblemente, el 28 de enero de 2011, cuando Marín Torres haga un evento para presentar públicamente su Sexto y último Informe de Labores.


En su último año de gobierno Marín Torres inauguró el Arco Oriente del Periférico, el cual, además del retraso en su conclusión, cerró el paso de importantes colonias que atraviesa la vialidad, pues la edificación de Javier García Ramírez no consideró la creación de accesos, por lo que los vecinos de la zona organizaron constantes cierres del Arco Norte. Lo peor es que a escasos meses de la inauguración la obra presentó fallas en el asfalto y en la estructura a pesar de la millonaria inversión de mil 159 millones de pesos.



Puebla, hundida en millonaria deuda


La administración de Gerardo Pérez Salazar en 2010 se distinguió por la falta de transparencia y el crecimiento desmedido de la deuda pública, que provocó que Puebla se convirtiera en la quinta entidad más endeudada del país.


Con la aprobación del nuevo crédito Puebla se convirtió en la quinta más endeudada de la República, sólo después del Distrito Federal, Chihuahua, Jalisco, Estado de México y Nuevo León, según datos de la Secretaría de Hacienda.


Los mismos datos indican que Puebla alcanzó un endeudamiento de 8 mil 890 millones de pesos durante el actual sexenio, antes de la aprobación del citado crédito, ya que el endeudamiento acumulado en cinco años fue de 5 mil 877 millones de pesos, cifra confirmada por el propio secretario de Finanzas en una entrevista publicada por CAMBIO el lunes pasado.


El gobierno encabezado por Marín Torres contó cada año con la mayor cantidad de recursos en la historia del estado, los cuales pasaron de 30 mil 589.4 millones de pesos en 2005 a más de 51 mil millones en 2010.



Notarios traicionan a Marín


Como un pago de facturas, el gobernador Mario Marín Torres pretendió regalar la patente de las nueve notarías que a principios de agosto del 2010 ofertó; sin embargo, el Consejo de Notarios impuso su voluntad y arruinó el premio sexenal para los incondicionales del marinismo, ya que sólo podrá entregar dos patentes para los distritos judiciales de Tepexi de Rodríguez y Tetela de Ocampo, y en ambos casos los concursantes no forman parte del círculo dorado del marinismo.


El ejecutivo estatal se irá de su administración sin poder ejercer una de sus últimas voluntades, ya que tal y como lo adelantara CAMBIO a finales de diciembre, el Consejo de Notarios sólo dejaría dos patentes en oferta, pues los 30 aspirantes inscritos no cubrieron los requisitos establecidos en la Ley de Notariado.


Los incondicionales de Mario Marín que se quedaron sin el premio sexenal fueron Pericles Olivares, José Antonio López Malo, Martín Fuentes Morales y Francisco Díaz Gil, además de los diputados Humberto Aguilar Viveros y Rocío García Olmedo, quienes declinaron con el argumento de que su salida era para dar transparencia al proceso.



La estocada del TSJ


Una vez que Rafael Moreno Valle ganó las elecciones los magistrados del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), que durante el sexenio siempre estuvieron sometidos a la voluntad de Mario Marín Torres, le dieron la espalda y a toda costa evitaron la venta de los terrenos donde se instaló el estacionamiento de Ciudad Judicial, pertenecientes a la Reserva Atlixcáyotl.


Los magistrados encabezados por Alfredo Mendoza García y Gerardo Villar Borja manifestaron públicamente que el TSJ es un poder independiente del Ejecutivo y exigieron el respeto al patrimonio del Tribunal, y después de la postura del TSJ y el reclamo enérgico de Rafael Moreno Valle el gobierno marinista declinó de la venta de los terrenos.



El incremento al pasaje


En vacaciones decembrinas, justo el día de los Santos Inocentes, el gobierno marinista anunció, mediante un escueto boletín de prensa, que el pasaje al transporte público se había incrementado de 5 a 6 pesos.


La batalla por el incremento al pasaje inició a mediados del mes de septiembre, cuando Delfino Reyes Bocardo, presidente de la Asamblea Permanente del Transporte Público, exigió el aumento de 3 pesos a la tarifa del transporte; no obstante, la postura del gobierno fue negativa, y en respuesta, más de mil 600 unidades del transporte público realizaron un paro de labores en la entidad.


Tras una nueva mesa de diálogo y con la presión del gobernador electo Rafael Moreno Valle Rosas, la administración marinista dobló las manos y cedió al chantaje de los transportistas, aunque no de aumentar 3 pesos al transporte, sino sólo un peso, a cambio de que las unidades mejoraran el servicio.


Sin embargo, al siguiente día de haber anunciado el incremento un trágico accidente que protagonizó la ruta 52 unidad 53 en el bulevar 5 de Mayo frenó las negociaciones.

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