La conclusión surgió a partir del estudio del primer grupo de voluntarios del proyecto 'Dependientes de Internet' y derribó "el mito de que navegar durante horas en internet es una manía exclusiva de jóvenes estudiantes", aseguró el diario O Estado de Sao Paulo.
"Quedé sorprendido con los resultados, a pesar de que el grupo era pequeño, va contra las estadísticas estadounidenses que sirven de base al mundo entero", declaró Cristiano Nabuco, el coordinador del proyecto. Detalló que en el grupo había "un ejecutivo con doctorado que vive encerrado en su oficina en la empresa en que trabaja, durante todo el día, accediendo a sitios de pornografía; y cuando vuelve a casa no quiere saber nada con su esposa".
También mencionó el caso de una jubilada de 54 años que descuidó completamente a su familia y se deprime cuando se aleja del ordenador y de una joven de 23 que imagina que su vida transcurre sólamente en el mundo virtual.
El acceso compulsivo a internet es diagnosticado como una alteración psiquátrica del mismo tipo que las dependencias a las drogas, al juego o a las compras.
El primer grupo estuvo integrado por 15 voluntarios de 18 a 73 años clínicamente diagnosticados como compulsivos por internet, que se sometieron a al análisis durante seis meses. "Integré el grupo de tratamiento en el Hospital de Clínicas cuando las quejas en relación al uso abusivo de internet pasaron a ser más constantes en mi consultorio particular", explicó Nabuco. "Una de las señales de alerta es, por ejemplo, que el paciente deje de trabajar para quedarse navegando en internet", precisó.
Andrea Nolf, otra de las investigadoras del proyecto, afirmó: "No queremos que internet desaparezca de la vida de las personas, el objetivo es hacer que los usuarios consigan tener control sobre el uso de la herramienta".
"Quedé sorprendido con los resultados, a pesar de que el grupo era pequeño, va contra las estadísticas estadounidenses que sirven de base al mundo entero", declaró Cristiano Nabuco, el coordinador del proyecto. Detalló que en el grupo había "un ejecutivo con doctorado que vive encerrado en su oficina en la empresa en que trabaja, durante todo el día, accediendo a sitios de pornografía; y cuando vuelve a casa no quiere saber nada con su esposa".
También mencionó el caso de una jubilada de 54 años que descuidó completamente a su familia y se deprime cuando se aleja del ordenador y de una joven de 23 que imagina que su vida transcurre sólamente en el mundo virtual.
El acceso compulsivo a internet es diagnosticado como una alteración psiquátrica del mismo tipo que las dependencias a las drogas, al juego o a las compras.
El primer grupo estuvo integrado por 15 voluntarios de 18 a 73 años clínicamente diagnosticados como compulsivos por internet, que se sometieron a al análisis durante seis meses. "Integré el grupo de tratamiento en el Hospital de Clínicas cuando las quejas en relación al uso abusivo de internet pasaron a ser más constantes en mi consultorio particular", explicó Nabuco. "Una de las señales de alerta es, por ejemplo, que el paciente deje de trabajar para quedarse navegando en internet", precisó.
Andrea Nolf, otra de las investigadoras del proyecto, afirmó: "No queremos que internet desaparezca de la vida de las personas, el objetivo es hacer que los usuarios consigan tener control sobre el uso de la herramienta".
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